La franquicia de El Pollo Feliz, espacio de comida familiar, cuenta con gran presencia en México y Estados Unidos debido a su peculiar sabor, el cual atrae a decenas de comensales. Pero, ¿sabías que la historia de este emblemático restaurante comenzó con el sueño de un joven originario de la Sierra Tarahumara?
Así es, todo inició con Arnoldo de la Rocha, quien creció en el Rancho de Zarupa, municipio del Real de Morelos, Chihuahua, y quien fue el protector de sus 11 hermanos, debido a que él era el mayor.
Su familia se dedicaba al campo y sus ingresos no rendían lo suficiente, por lo que su niñez fue complicada al encontrar algunas carencias durante su crecimiento.
No obstante, Arnoldo tenía espíritu trabajador y tras ser albañil, portero, velador, entre otros oficios, logró ahorrar 18 mil pesos, mismos que en 1975 decidió invertir en conjunto con un grupo de amigos, en un negocio de pollo asado.
Sin saberlo, a sus 18 años había tomado una decisión que le cambiaría la vida, puesto que el primer restaurante que abrieron con esta inversión en la Ciudad de los Mochis, Sinaloa, fue todo un éxito.
De esta forma, la receta de pollo marinado familiar de Arnoldo de la Rocha pronto se abrió camino, y en 1980 la demanda de su producto era tal, que surgió la marca El Pollo Feliz.
Para los noventa, la marca contaba con 167 ciudades del país, y en el 2001 lograron tener presencia en Estados Unidos, con la primera sucursal en Tucson, Arizona.
Ahora, a casi 50 años de abrir el primer establecimiento, la cadena cuenta con más de 650 sucursales en México y Estados Unidos.