La noche del 15 de septiembre, los mexicanos celebramos la Independencia de México y los libros de texto de educación básica enseñan que el sacerdote Miguel Hidalgo y Costilla da el llamado Grito de Dolores en 1810, y 11 años después se logra la Independencia cuando el Ejército Trigarante, encabezado por Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero, entra a la Ciudad de México.

Sin embargo, existen algunos datos que no todos conocen, ya que no están en los libros oficiales

¿El Grito de Independencia si fue el 15 de septiembre?

Tradicionalmente, la celebración de esta fiesta patria empieza el 15 de septiembre, cuando –alrededor de las 23:00 horas– el presidente de la República da el Grito de Independencia desde Palacio Nacional y hace sonar la campana de Dolores, la misma que sonó durante la arenga que pronunció el cura Hidalgo.

Sin embargo, el hecho histórico ocurrió cerca de las dos de la madrugada del 16 de septiembre de 1810.

Existe la creencia de que el inicio del festejo es obra de Porfirio Díaz, quien habría movido el Grito a la noche del 15 para hacerlo coincidir con su cumpleaños. La realidad es que desde la década de 1840, cuando el general tenía apenas 10 años de edad, la fiesta cívica ya iniciaba el día 15 con una serenata, bandas de música, fuegos artificiales y fuego de salvas de artillería.

¿Quién tocó la campana?

Miguel Hidalgo no tocó la “Campana de la Independencia”, quien realmente tocó la campana aquel día fue José Galván, el campanero de la parroquia, mientras Miguel Hidalgo llamaba desde la entrada de la parroquia a toda la población.

¿Qué gritó Miguel Hidalgo?

Los testimonios coinciden en que el cura Hidalgo pronunció “vivas” a la Virgen de Guadalupe, a la religión católica y al rey Fernando VII, así como algunos “muera” al “mal Gobierno”, durante el discurso con el cual arengó a la población a levantarse en armas.

No obstante, estos registros consignan varias versiones por lo que no se cuenta con un “grito oficial”.

¿Cómo era Miguel Hidalgo?

El retrato que todos conocemos de Hidalgo y que se encuentra en el Palacio Nacional donde todos los presidentes se fotografían, no es el verdadero.

Durante aquella época no le hicieron ninguna pintura a Hidalgo, se sabe de descripciones de personas que lo conocieron y por ellos fue que se creo un retrato del Padre de la Patria.

El cuadro que nosotros conocemos es de un sacerdote belga que vino durante el imperio de Iturbide y que algunos consideraron que podía representar bien a Hidalgo.

Las últimas palabras de Hidalgo

“No me tengas lástima, sé que es mi último día, mi última comida y por eso tengo que disfrutarla; mañana ya no estaré aquí; creo que eso es lo mejor, ya estoy viejo y pronto mis achaques se van a comenzar a manifestar, prefiero morir así que en una cama de hospital”, fueron algunas de las últimas palabras del cura Hidalgo, expresadas el 29 de julio de 1811, horas antes de ser fusilado en Chihuahua por el Ejército Realista, según un manuscrito citado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Iturbide no descansa en la Columna de la Independencia

Agustín de Iturbide, responsable de la Consumación de la Independencia, es el único cuyos restos no se encuentran en la Columna de la Independencia como todos los demás, sino en la capilla de San Felipe de Jesús en la Catedral Metropolitana.

El hombre que logró la independencia de México tuvo un triste final. Luego de fracasar como emperador, fue desterrado de la nación que él formó, y tuvo que vivir en Italia e Inglaterra, vendiendo las posesiones que le quedaban. Cuando regresó a México fue fusilado.

Sus últimas palabras fueron: “¡Mexicanos! Muero con honor, no como traidor; no quedará a mis hijos y su posteridad esta mancha; no soy traidor, no…”. Fue reconocido hasta 1833.

Las últimas palabra de José María Morelos

José María Morelos y pavón fue el jefe insurgente de la segunda etapa de organización en la Guerra de Independencia de México y sus últimas palabras fueron:

"Señor si he obrado bien, tú lo sabes y sin mal, me acojo a tu infinita misericordia”, habría pronunciado Morelos –sacerdote, igual que Hidalgo– el 22 de diciembre de 1815, crucifijo en mano, antes de ser fusilado en Ecatepec, Estado de México, luego de que fue capturado por tropas españolas, de acuerdo con el INAH.

La campana de Dolores

La campana de la parroquia de Dolores que utilizó Miguel Hidalgo el día del grito fue trasladada en 1896 desde Guanajuato hasta el Palacio Nacional en la Ciudad de México por ordenes de Porfirio Díaz para poder llevar a cabo las festividades de ese año, ya que Díaz quería tocar aquella noche la campana original.

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