Al menos tres
megaproyectos
de infraestructura que amenazan al
medio ambiente
y el recorte en presupuesto para el cambio climático es lo que le depara al
medio ambiente
para el 2019 de la mano del presidente Andrés Manuel López Obrador.
En el de Presupuesto de Egresos de la Federación 2019 (PEF) se recortaron seis mil 255 millones de pesos de los Recursos para La Adaptación y Mitigación De Los Efectos Del Cambio Climático que sólo recibirá 35 mil 104 millones 823 mil 138 pesos, mientras que en 2018 alcanzó 41 mil 359 millones 901 mil 454 pesos.
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-Tren Maya -
El Tren Maya es uno de los proyectos más importantes que Andrés Manuel López Obrador pretende llevar a cabo y que atravesará los estados de Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán.
De acuerdo con el proyecto, se invertirán entre 120 y 150 mil millones de pesos que se obtendrán a través de un esquema de inversión mixta.
A pesar de que el equipo López Obrador y él mismo aseguró que la afectación será mínima y el costo-beneficio será mayor, pasará por dos grandes reservas naturales.
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Una de ellas es la reserva de la biósfera de Calakmul, que mide 723 hectáreas y está declarada como reserva protegida por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, al Ciencia y la Cultura en 1989, alberga a 358 especies de aves; 75 de reptiles, 18 anfibios, 31 especies peces, 380 de mariposas, 86 tipos de mamíferos así como al menos mil 500 especies de plantas.
La segunda es la reserva de la biósfera de Sian Ka’an que mide 528 mil 147 hectáreas de selva, lo que la convierte en el área más protegida del Caribe y en ella viven:
- 300 especies de aves
- Más de 1000 de plantas
- 100 especies distintas de animales.
Activistas afirman que la principal víctima sería el jaguar y que el trazo del tren podría provocar una segregación de la fauna, que pondría en mayor riesgo de extinción al felino más grande de América.
-Refinerías-
Respecto a los combustibles, el Gobierno federal quiere construir una nueva refinería en Bos Bocas, Tabasco, y rehabilitar otras seis.
Sin embargo, México se comprometió a dejar la dependencia de los combustibles fósiles y reducir sus emisiones de gases contaminantes.
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Ante esta situación, organizaciones ambientalistas como Greenpeace acusaron que la propuesta de Andrés Manuel López Obrador continúa incentivando el uso de energías fósiles no renovables aún cuando hay compromiso firmados por México a nivel internacional como los Acuerdos de París, con los que se comprometió a reducir 30% su uso de dicha energía.
No obstante, el plan del presidente es aumentar la producción de gasolina en el país de un millón y medios de barriles hasta más de dos y medio millones al año.
-Aeropuerto de Santa Lucía-
Tras la cancelación del aeropuerto de Texcoco, Santa Lucía, el de Toluca y el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) se convirtieron en el nuevo proyecto del Gobierno.
Uno de los principales argumentos del Gobierno y de habitantes de inmediaciones del ex lago de Texcoco fue el daño ambiental que se hizo a la laguna Nabor Carrillo, que supuestamente se estaba desecando, y a los acuíferos.
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Sin embargo, Claudio Nieto, académico de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad La Salle y especialista en proyectos de aviación, afirmó respecto al tema que ampliar la base militar de Santa Lucía también sería un ecocidio.
“Sería un doble daño ambiental porque en el de Texcoco es casi irreversible, sería muy caro que el ex lago de Texcoco vuelva a sus condiciones originales”, indicó.
Nieto consideró que la cimentación de todo el aeropuerto ya está terminada, por lo cual, removerla toda sería muy tardado y difícil porque el suelo ya está intervenido.
“Intervienen muchas aristas, ambientalistas, geólogos, entre otros. No nada más hay que demolerlo, quitar los hierros, trasladarlos. Se necesitaría un estudio ecológico para saber cuál es el daño ecológico y retirar las estructuras, lo cual sería un gasto millonario”, sentenció.
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