Un joven de 24 años falleció después de fumar un cigarro electrónico y que este explotara cerca de su cara y cuello.



El hombre acababa de acudir a una tienda que vende esta clase de artefactos para solicitar ayuda, puesto que no sabía usarlo muy bien.



Fue el pasado 29 de enero cuando el joven, a quien se identificó como William Brown, murió tras pasar dos días en un hospital.



Las personas que atendían el local al que entró no pudieron prestarle ayuda pues no manejaban esa marca de vaporizadores.



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La explosión del cigarro sucedió cuando el hombre salió de la tienda, por lo que los dependientes solicitaron una ambulancia.



Tras el estallamiento del cigarro electrónico esquirlas atravesaron la arteria carótida del joven.



La causa de muerte fue un infarto cerebral y hernia después de que las esquirlas se le incrustaran.



Aunque los médicos hicieron lo posible por salvarlo, como inducirlo a coma para sacarle rayos X, nada lograron y el joven murió.



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