Su estilo
arriesgado
en la
portería
fue aplaudido y admirado.
Pablo Larios
revolucionó su posición en
México
, y pese a que jugaba más adelantado, siempre fue
garantía
de
seguridad.
Como profesional debutó en el Atlético Zacatepec en la temporada 1982-1983, en donde siempre se brindó. Incluso ahora, la afición más joven de los cañeros reconoce la calidad del quien fue uno de los mejores arqueros mexicanos.
Después pasó a Cruz Azul, cuadro en el que fue subcampeón en dos ocasiones. Para la temporada 89-90 se incorporó a Puebla, cuadro con el que fue campeón de Copa y de Liga. Su siguiente conjunto fue Toros Neza, con el que llega a la Final de Liga del Verano 1997, pero la pierde ante Chivas.
Por su puesto, en lo deportivo, no se puede olvidar que Larios fue fundamental en la selección mexicana. Es el único
portero
mexicano en jugar el quinto partido en un Mundial (1986). Larios fue inspiración para los mejores porteros, como el caso de Jorge Campos, quien siempre lo ha reconocido como su ídolo y maestro.
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Después del retiro, Larios tuvo problemas de
drogas
, al grado que se desfiguró la nariz, una bacteria fue la causante de que ni con las cirugías pudiera recuperar su forma. En un principio, negó cualquier adicción; sin embargo, con el paso del tiempo aceptó que tuvo malas amistades y que entró un mundo del que le costó mucho salir.
En esos tiempos difíciles, Pablo se dio cuenta que eran muy pocas las personas a las que podía haber llamado amigos, sobre todo en el ámbito del futbol.
Otro de los golpes fuertes que le dio la vida fue la muerte de su hijo de 19 años, quien llevaba el mismo nombre. El joven intentó cruzar el Río Bravo para llegar a territorio mexicano. Fue su madre la que reportó su desaparición y quien pidió a las autoridades que lo buscarán, ya que quería ir en la búsqueda de su novia.
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Larios también se lanzó como político, pero no logró ganar la alcaldía de Zacatepec. Lamentablemente, no fue la única lucha que perdió, ya que un paro intestinal cobró la vida de quien muchos han llamado el mejor arquero mexicano, apodado y recordado como el “
portero
de la selva”.